1/12/06

SURUBI: EL GIGANTE DE LOS RIOS

Después del Manguruyú (especie en vía de extinción), el Surubí es el más grande exponente de la familia de los bagres. En América del Sur su presencia se extiende desde Venezuela hasta el Río de la Plata, abarcando el centro oeste de Brasil. Algunos ríos donde lo encontramos son: el Paraná que cuenta con muy buenos pesqueros con servicios de guías y cabañas , el Uruguay, el Paraguay, el Bermejo, el Guayquiraró, el antes mencionado Río de la Plata donde empieza a ser más común encontrarlo que tiempo atrás, y no podemos dejar de citar el Amazona , río en el que se destaca por ser la tercera especie en cantidad de ejemplares.





Las variedades más conocidas en Argentina son: el Surubí Manchado o Pintado, y el Atigrado o Rayado, este último alcanza un menor porte, y ambos nombres hacen referencia obvia a su apariencia. Si bien en la actualidad se considera un excelente exponente el que ronda los 50 kg., se llegaron a registrar piezas de hasta 100 kg. y cercanas a los 2 metros.Ovíparo en cuanto su reproducción, este pez migra buscando las aguas cálidas con la finalidad de desovar, la represa hidroeléctrica Yaciretá impide actualmente su llegada al Brasil, destino de su recorrido en otros tiempos. Lo encontraremos en las zonas más profundas de los ríos, en pozones, o veriles (desniveles del lecho hacia zonas más hondas).


Se alimenta de peces menores prefiriendo el Sábalos y las Bogas, pero su voracidad lo lleva a capturar otras especies, incluyendo ranas y víboras. Cuando las aguas se enfrían, se muestra inactivo y aletargado.Su carne es muy preciada y tiene valor comercial, lo que ha llevado a realizar experiencias exitosas en convertirlo en pez de criadero. Este majestuoso cazador suple su falta de agilidad con su estrategia. Su apariencia lo ayuda a pasar desapercibido en los pedregales o entre la vegetación, allí se mantiene al acecho en espera de sus presas. En ocasiones utiliza su potente cola para golpear y atontar a sus víctimas, por lo tanto no es de extrañar que el pescador lo obtenga clavado de ella y no de su enorme boca.


Desde la costa se pueden pescar los surubíes más jóvenes y de menor porte, denominados "cachorros". También se practica la modalidad "Trolling", navegando aguas abajo para que los señuelos profundicen lo más posible. Si se pesca anclado con carnada, es recomendable levantar la embarcación (liberarla del anclaje) cuando se posee un pique, salvo que la capacidad de los elementos esté acorde al porte del pez y permitan acercarlo manteniéndose en el punto fijo. Más difundida aún es la pesca a la deriva o camalote denominada "Pindá" por los lugareños, de todas formas se debe buscar el pique a fondo.


La carnada por excelencia es la morena grande o "mamacha" pinchada dos veces en el anzuelo, también se suele utiliza el cascarudo.La pesca nocturna anclado es la más provechosa, y cuenta con la emoción extra de no conocer el tamaño del Surubí con que se está luchando hasta llegar al final de su captura. Los horarios diurnos más apropiados son los de la madrugada y los del atardecer.


El pique se presenta firme, a pesar que en ocasiones se sentirá un toqueteo previo. Es aconsejable mover la caña durante la pesca, ya que esta acción da más naturalidad a la carnada e incentiva el ataque del Surubí.Cuando se está ante una pieza de peso, el pique se suele confundir con un enganche (común en los lugares donde se lo busca) por lo que se debe estar siempre atento. Luego seguirá una fuerte corrida, de mucha potencia, momento exacto para clavar enérgicamente asegurando la captura e inmediatamente ceder tanza, cuidando así que no se produzca el corte del nailon. Luego de la arremetida se mostrará con menos vigor y se debe empezar a recoger, procurando cansar al pez, llevándolo hasta las inmediaciones de la embarcación.Otro punto que vale la pena mencionar, es que al sentirse en peligro es muy probable que la corrida se produzca en dirección a la costa, pedregales, o vegetación, de donde será muy difícil sacarlo. Por lo tanto se debe intentar mantenerlo siempre en la parte central del río. Es común que la lucha se extienda por 30 minutos o más, entonces la paciencia del pescador jugará un papel importante.


El equipamiento no deberá ser exagerado, se deberá contar con una caña de mediana potencia de 2,20 mt., sedal de no más de 0.40, lider de acero, y anzuelos bien afilados para la dura boca del Surubí . Como siempre recordamos, los peces pequeños se deben devolver a su ambiente procurando causar el menor daño posible, y aportando para que la especie siga presente en nuestro país.

No hay comentarios.: