1/12/06

LA BOGA

Una de las especies con mayor presencia en los ríos Paraná, Uruguay y de la Plata, pero a no confiarnos ya que no es fácil de pescar.

Su alimentación es muy variada, basada en frutas, granos y peces menores dependiendo del porte del ejemplar y de la zona donde se encuentre. Por lo tanto se pueden utilizar numerosas carnadas, por ejemplo en el Guazú casi todos los muelles preparan su zona cebada con maíz, allí como en los puertos cerealeros, se la puede tentar con granos de maíz fermentado o con pasta, toma también de buen grado todo tipo de embutidos (chorizo colorado, salamín, panceta salada y ahumada, salchicha de viena), lombriz, corazón, etc.

En el Río de la Plata para el comienzo y final de temporada las piezas más grandes se obtienen, según lo que pudimos experimentar, con pulpa de sábalo o bagre amarillo cortado en daditos. Ya que la boga posee una boca chica en relación con su cuerpo, tanto el tamaño de la carnada como de los anzuelos a utilizar, dependerán de las piezas que se vayan capturando en cada oportunidad.

Se conocen otras variedades como la Piava que es de aspecto más robusto, y la Tres Puntos que se caracteriza por las manchas circulares en sus laterales (lo que da origen a su nombre), pudiéndola encontran con más frecuencia en la zona Norte de la provincia de Corrientes.

La boga habita las zonas de los ríos con piedras, tosca, veriles, canales y preferentemente la costa con juncos, valiendo la pena arriesgar la pérdida de algún elemento debido al enganche yendo en su búsqueda. Los portes se regirán según las zonas, por ejemplo en Concordia pueden superar los 6 kg., en algunos lugares del Guazú se pueden lograr ejemplares a la noche de 4 o 5 kg, y en el Río de la Plata el porte común es de 2 kg y algunos que superan los 4 kg.

Si la cantidad de ejemplares en nuestros ríos es relativamente alta, si la carnada y los lugares para pescarla son tan variados, no faltará quién se pregunte donde está la dificultad en su pesca, veamos, generalmente su pesca se realiza a fondo, o a media agua, es un pez que podríamos definir como desconfiado al alimentarse, teniendo menos previsiones cuando se encuentra en cardumen por la lógica competencia por el alimento.

Su pique se percibe por toques que le da a la carnada que no son ni más ni menos que mordiscos, luego la tomará y realizará una corrida, ese es el momento exacto de clavar porque si se apresura seguramente la perderá.

Los elementos de pesca tendrán que ser lo más sutiles posibles para valorar el potencial deportivo de este pez, con el que vamos a tener todo tipo de situaciones antes de poder ganarle la pelea, como ser corridas, cabezasos y saltos fuera del agua en lugares poco profundos. Existe el riesgo que el anzuelo esté clavado en su carnoso labio con la posiblidad que se corte perdiendo la pieza, por lo que es muy importante la regulación de la estrella del reel. Es una especie que hay que tener en cuenta tanto por lo deportivo como por los adeptos al arte culinario.

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