EL PEJERREY EN EL RIO
La pesca embarcada del Pejerrey en el Río de la Plata es una de las más satisfactoria deportivamente hablando. Por un lado tenemos más lugares para buscarlos como ser veriles, canales, bancos, pozones, etc. dentro de una superficie que es tan amplia que nos da la posibilidad de movernos a gusto. Y la otra razón de peso es que estos peces son muy vigorosos ya que provienen de mar abierto, acostumbrados a nadar contra corrientes muy fuertes, lo que le otorga una fuerza asombrosa que demuestran al ser clavados. Si se trata de una pieza de buen porte podremos ver como el agua parece explotar y ofrecen corridas de 20 mts. Los primeros en arribar generalmente, son los "gran Paraná", no son fáciles de localizar ya que no mantienen un mismo recorrido todos los años, pero es más sencillo al final de temporada cuando emprenden el regreso, porque hay más pescadores recorriendo el Río en busca de los más grandes. Después llegan masivamente los de 20 cm a 40 cm que se acarduman remontando el Gauzú y el Uruguay principalmente.
La pesca en el Río se realiza casi exclusivamente gareteando (con la embarcación en movimiento) siguiendo a la corriente o al viento. Para lograr que las brazoladas naveguen a la profundidad elegida y no rápidamente quedando a flor de agua, se suele utilizar un ancla de capa, un muerto o ancla, que al arrastrarse en el fondo permite dar la velocidad justa para la pesca.
Otra diferencia con respecto a las lagunas (un ámbito cerrado) es la ceba, casi indispensable para mantener en la zona los peces que van de paso, cada pescador tiene sus "secretos" y son preparadas de diferentes maneras, con peces triturados, con alimento balanceado para gatos, etc,etc. La experiencia nos indica que hay dos muy efectivas 1) arrojar con cuchara de madera aceite de fritura con caballa (de lata) triturada, y 2) un bidón con canillita (que produce goteo) con aceite de fritura y aceite de pescado que se adquiere en las casas de pesca. Si Ud. no tiene la posibilidad de practicar este tipo de pesca no dude en contratar a los guías que lo ayudarán en estos menesteres.
El largo de las brazoladas no superarán nunca los 38 cm, el pique casi siempre se da entre los 10 y 30 cm.
Las líneas son de 3 boyas y un puntero con anzuelo. Los colores de las boyas cobran importancia en virtud que pueden atraer a los Pejerreyes o por el contrario asustarlos, no se puede aconsejar un color determinado porque va variando inclusive dentro del mismo día, debido al efecto del ángulo de la luz solar. También podremos elegir las que nos sea más cómoda para visualizar. El naylon del reel no será mayor a 0.28 mm, preferiblemente con flotalínea (para que no se sumerja y mejorar el efecto del clavado). Es muy recomendable los multifilamentos porque: flotan, tiene más resistencia, poseen diámetros más finos 0.10, no se estira lo que permite pescar más lejos y la clavada mantendrá la misma fuerza que le imprimimos a la caña. Con respecto a los anzuelos Mustad, Ganakatsu y Eagle Glaw, cuentan con muy buenas series. El tamaño dependerá de los portes que se presenten durante el día de pesca.
Las carnadas principales son la mojarra, mojarra salada, filet de dentudo, morenita, gusanitos, lombriz, mojarra o filet coloreado o con aromas (de anís, o aceite de hígado de bacalao), etc.
La pesca embarcada en el Guazú es muy similar a la del Río de la Plata.Pero desde los muelles es muy activa ya que el cornalito, juncalero, mediano y grande, se pescan caminando. Estos muelles se encuentran en forma paralela al agua, por lo que debemos lanzar desde una punta y caminar acompañando la línea que es llevada por la corriente. Los elementos a utilizar dependen de la especie y sus medias, por lo que se puede hacer uso desde líneas de 5 anzuelos y boyas de 8 mm , hasta de 3 boyas grandes con mucha flotabilidad.
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