AGUANTEN LAS TARARIRAS!!!

Es una especie que se aletarga en el invierno, y con los primeros calores de la primavera y ya con el verano a la vista, se comienza a activar. La pesca deportiva recibe así, a una de las variedades más combativa y cazadora.

Es un pez muy robusto de cuerpo casi cilíndrico, de hábitos sedentarios, pero que desarrolla una asombrosa velocidad y precisión al momento de atacar. De origen tropical y de aspecto primitivo, demuestra una gran adaptabilidad a las distintas temperaturas y características de las aguas. De allí que tomando en cuenta sus variedades o subespecies, la podremos encontrar en Colombia, Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Argentina.

En nuestro país las hallamos en: lagunas, sanjones, esteros, riachos, y ríos como el Paraná, Uruguay, De la Plata, y sus afluentes. La Tararira o Tarucha, posee una cabeza y sobre todo una boca de una formación ósea muy fuerte, con afilados y peligrosos dientes. Habita las costas de poca profundidad y prefiere la vegetación (juncos, cola de zorro, gambarrusa, etc) de donde caza al acecho. Es un pez territorial que defiende a sus crías vigorosamente. Carnívoro por excelencia, se alimenta de peces, insectos, ranas, polluelos de aves acuáticas, ratones costeros, y de casi todo lo que pase por su coto. La voracidad de esta especie no compromete la existencia de otras (por ej la del Pejerrey) ya que no es tan prolifera en su reproducción.

Dado que se siente atraído por los pequeños sonidos y por todo lo que se mueva o caiga cerca de él, es el elegido para iniciarse en la pesca con artificiales. Pero no hay que descartar la pesca con carnada, en particular al comienzo de la temporada, cuando aún no demuestra la velocidad que la caracteriza. La temperatura cálida del agua y el poco viento favorecen el pique, por lo tanto el momento del día ideal para buscarla es el atardecer. Dos elementos importantes para tener en cuenta son, un copo y una pinza de puntas largas para quitar el anzuelo o señuelo sin correr el riesgo de tener que lamentar una mordida.

En las lagunas los pesos comunes de las capturas van de 1,500 Kg. a 3 Kg., y poseen ojos salientes; en los ríos en cambio, los portes son mayores y se logran pesos de hasta 5 Kg. y sus ojos se notan levemente hundidos en sus órbitas. En el Uruguay se conoce una variedad de tararira azul que llega a pesar los 10 Kg..
Los artificiales deparan sin duda una mayor diversión y satisfacción. Habitualmente, cuando la profundidad es escasa, se utilizan señuelos de flote tipo Hulla, Popper, Oreno, Lucky 13, Bocon, pescaditos de goma, ranitas , Plop, etc.. Cuando tenemos más agua, los podremos usar con paletas y cucharas más pesadas, y completaremos la línea con un lider de acero de 10 cm de largo (de entre 10 a 30 libras según los portes de las piezas), el nailon del reel puede ser de 0,26 mm o multifilamento, la caña de 1,80 a 2,20 mt , de acción de punta, de grafito, borax o fibra.

Para la pesca con carnada la caña tiene que ser un poco más potente, con nailon del 0,30 ó 0,35 mm , la línea es simple, se arma sobre el nailon del reel y con un nudo corredizo y una perlita le daremos la profundidad deseada. Por último, encarnar con Dientudo, Bagre Amarillo, Anguila, Mojarron, Morena, etc..

Si bien su carne es comestible, las piezas chicas presentan muchas espinas, por lo que recomendamos devolverlas al agua.
Como vimos, no es una práctica que necesite una gran cantidad de elementos, ni que nos obligue a recorrer grandes distancia en su búsqueda; pero las sensaciones que nos regala nos harán vivir inolvidables jornadas de pesca.